Panel Desarrollo Social y Música
Ana Teresa Ramírez, Roco ex Maldita Vecindad de México, Eduardo Meneses de Panteras Negras de Chile y Freddy Ginebra de República Dominicana fueron los encargados de este panel.
Después de presentar a los ponentes, se proyectó un video sobre el Hip Hop en Chile en los años 80. Encuentros callejeros, festivales, escuelas del género, de Rap e incluso de break dance formaron en las trece regiones del país un movimiento que influyó socialmente a cientos de chilenos de forma positiva hacia la superación y conservando sus sueños.
Freddy Ginebra habla de 40 años atrás en en República Dominicana sobre la formación de teatro en un edificio de 150 butacas,dentro de un entorno difícil, la creación de festivales y la integración con la música desde un punto de vista muy relajado, partiendo de la paciencia.
Roco dedicó sus palabras a Rita Guerrero, habló sobre como la claridad y la música sirven para transformar la realidad. La industria de la música prefabricada y convertida a mercancía no es el camino del ser humano.
La experiencia del terremoto de 1985 en la ciudad de México puso al descubierto muchas situaciones sociales, la caída de fachadas dejaron entrever la explotación a costureras o la mala calidad en la fabricación de viviendas populares por parte del gobierno con materiales baratos y no aptos para muchos edificios. Roco menciona que fue ahí cuando todo cayó; se empezaron a juntar varias bandas para tocar y hablar sobre la trascendencia de la individualidad.
Santa Sabina, Botellita de Jerez, Maldita Vecindad, entre otros organizaron el primer festival independiente de cualquier patrocinio en la UNAM en 1994 para apoyar el movimiento indígena y al Zapatista.
Posteriormente se proyectó el corto 10 años de festivales el cual presenta imágenes y estadísticas en la cual describen como han presentado su apoyo más de 60 bandas, mil músicos y 25,000 personas, todo esto sin la participación de policías o empresas: El festival de las resistencias.
Gracias a la aceptación de la gente hacia estas manifestaciones artísticas, el Zócalo se convirtió en un foro que permitió escuchar a artistas internacionales de forma gratuita. También habló sobre la formación de un festival al nivel de los grandes festivales actuales: El Wirikuta Fest, en defensa de lo sagrado, sobre cómo va más allá de vender música, donde la idea es compartir la cultura, defender los derechos de los indígenas y promover el respeto a la naturaleza.
Se iniciaron una serie de preguntas donde los asistentes manifestaron su agrado a estos movimientos,pero antes de finalizar, se leyó el poema “Otros nosotros”, el cual deja ver como todos somos uno.
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