Este martes 26 de noviembre se presentó Steve Vai en en el teatro Metropolitan de la ciudad de México.
El concierto arrancó aproximadamente a las 9:10 p.m. y pudimos escuchar una presentación de altos vuelos, Vai verdaderamente es un gran artista y músico, casi dos horas y media de concierto nos dieron diferentes momentos que se quedarán por mucho tiempo con nosotros.
En la presentación de esta gira Story of Light sólo viene con tres músicos: Jeremy Colson en la batería, Philip Bynoe en el bajo y Dave Weiner en la segunda guitarra (aunque alguien del crew toca ocasionalmente algunos acordes mientras Weiner toca el teclado). Al principio me sentí algo triste de escuchar secuencias (no en todas las piezas) pero la manera como resuelven los cierres tocando en vivo compensa la sorpresa y obviamente cualquier tipo de improvisaciones por parte de cualquiera de estos grandes músicos.
La forma que tiene Vai de conectarse con el público es fabulosa y puedes ver gente vibrando, aplaudiendo, sacudiendo el cuerpo y hasta cantando las piezas… bueno tal vez sólo era yo 🙂 Pero lo importante es que el público realmente conocía los temas y gritaban emocionados al reconocer los primeras notas de cada uno de ellos.
Del nuevo álbum Story of light tocarón los temas Velorum, Gravity Storm, The moon and I, Weeping China Doll, Racing the world, No more Amsterdam, Sunshine Electric drops y The Story of light… casi todo menos tres piezas. Lo cual es excelente pues ofrece una presentación actual y aún así pudimos escuchar éxitos como el ganador del Grammy®: Tender Surrender, el cual tiene súper montado y no das crédito de escucharlo cada vez, siempre excelente; el primer cierre antes del encore fue For the love of God, también memorable.
En el equipo traía sus usuales guitarras JEM de Ibanez: Flo 2, Juice y la de los dots de luces, una unidad Fractal, pedales Whammy y el Little Alligator de Morley y dos amplificadores Carvin Legacy… bueno y su ventilador Honey Well 😉
En las partes instrumentales se lucieron Weiner, Bynoe y Colson en orden de aparición y para esta gira Vai estrenó una nueva máscara de luces que se ve más apantalladora que nunca.
De manera personal me gustó mucho cuando tocó The animal, uno de los primeros temas que conocí aún en un cassette por 1990, la tocaron en un trío de guitarra, bajo y batería y se escuchaba perfecta.
Muy agradable ver a muchos músicos presentes, una de las ventajas de hacer el concierto un martes por la noche.
Por parte de venta de mercancía, además de los artículos de venta externa, dentro del recinto había discos del G3 (el primero) y de The Story of Light; además de que casi me veo tentado a comprar un de los dos estuches de la gira autografiados con valor de $5,000.00 pesos mexicanos pero mi bolsillo no resistió la insinuación.
Me gustaría cerrar escribiendo que:
Escuchar el concierto de Steve Vai fue algo excepcional, es un gran artista y músico. Totalmente inspirador: puedes usar secuencias, bailar al ritmo de tu corazón, vender, soñar, repetir e inventar nuevas cosas y ¿por qué no? Ser perfecto e imperfecto. Eres grande Steve Vai, nos veremos pronto.
Luis Caballero