A 22 de años de grabar su álbum debut en enero de 1990 Luis Álvarez “El Haragán” fue invitado a las sesiones de escucha de la Fonoteca,
Luis empezó a componer a los 10 años y a los 12 se presentó por primera vez en público. Al inicio de su carrera tocaba solo con su guitarra y todavía pudo incluirse como parte del movimiento de los Rupestres. Recuerda haberse presentado en cada oportunidad posible: en peseros, en el Metro, festivales y concursos. Después, gran parte de su popularidad fue gracias a los sonidos La Changa, Canita JC, El urgente, Winners y Polymarchs que ponen bandas de rock mexicano en sus eventos y de esa forma dan a conocer nuevas bandas.
Ricardo Barrón lo bautizó con el nombre de El Haragán, ya que en un evento sólo recordaba el nombre de una de sus canciones; al principio no le gustó el nombre y buscó otras alternativas: Shamán, Los amigos de Lucas, Los de abajo, La Urbe o Luis Álvarez y su banda, pero la aceptación que había causado el fortuito nombre no pudo ser doblegada y aceptó convertirse en El Haragán, el “y compañía” surgió como una parodia al titular su primer álbum Valedores juveniles El Haragán y compañía.
En un concurso de compositores en Tlalnepantla el Guadaña lo filmó y se lo mostró a Octavio Aguilera, dueño de discos Denver, después de las respectivas negociaciones se lanzaron al estudio: primer día bases, segundo detalles de guitarra y coros, y al tercer día la mezcla. Tenía alrededor de 20 temas para su primera producción y escogieron 10 rolas que incluyen a La muñequita sintética, Él no lo mató y El Haragán. Esta grabación ayudó también a conformar un grupo, para las sesiones de grabación contó con Jaime Rodríguez, El Negro, Sergio López y Paco Yescas (estos dos últimos de Luzbel), lo cual le dio un toque de metal a la grabación; la banda terminó de consolidarse en 1991 con Juan Brand, el Sopas, Jaime, Paco y Luis.
En la sesión de la Fonoteca contó varias anécdotas sobre otras de sus producciones, incluyendo detalles, dotación instrumental, músicos, productores, grabaciones en otros países, etc.
Nos da mucho gusto que uno de los más importantes representantes del rock mexicano haya asistido a estas sesiones y que su producción discográfica sea preservada en la Fonoteca para futuras generaciones.
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