Es imposible recetar algo que funcione para todos, la solución es personal. Pero te iré sugiriendo las mejores prácticas para producir un gran trabajo.
Las mentes creativas sufren, al igual que todas, de distracciones, la construcción de una rutina es importante, así podrás encontrar el foco, concentrarte.
Debes re-programarte para una nueva era de trabajo; tú, yo, todos somos susceptibles de perdernos en lo mundano. Estamos a merced de todo menos de nuestras metas y verdaderas preferencias. Debes buscar la productividad y atención plena.
¿cómo se logra esto? ¿cómo alguien es capaz de terminar una sinfonía, una novela, obra o encontrar solución a una empresa?
Debes adueñarte del problema
No se trata de ideas, es acerca de hacer que las ideas sucedan.
Una vez que el problema se aclara, es sobre el qué hacer y qué tan bien lo hacemos, es nuestra rutina o la falta de ella la que delimita nuestros logros. Nuestra capacidad de trabajar pro-activamente en vez de re-activamente.
En estas actividades deberás poner manos a la obra, no esperarás la inspiración porque esta la encontrarás dentro de la rutina. Es por ello que No sólo hagas, rehaz tu hacer.
La era del flujo de trabajo reaccionario
Hay que cuestionarse la “eficiencia” del quehacer contemporáneo; estamos en un mundo lleno de ideas de productividad heredadas de la revolución industrial, moldes vacíos donde se te pide cosas genéricas que puedan ser vendidas por montones y que no sean complejas.
Hasta el arte sufre la embestida de la producción en masa, pero ¿sabes qué? el quehacer contemporáneo no difiere del pasado.
Imagina el pasado con artistas trabajando por horas, días, semanas sobre sus obras; muchas de ellas efímeras; antes de inventar el registro escrito o alguna otra tecnología. Alguno pensó si hubiera luz todo el día podría trabajar mejor, si tuviera un modelo fijo por semanas dibujaría más, si tuviera más herramientas, más dinero, más… tú nómbralo. La realidad es que contraponiéndose a gente con pretextos, siempre ha existido gente concentrada en realizar lo que buscaba.
Como humanos hemos tenido distracciones y pretextos toda nuestra historia. No moveremos la época que nos toco vivir, hoy es tiempo de optimizar.
Construir una mejor rutina vista desde afuera, concentrarse en lo que más importa: Hacer que las ideas sucedan. Es decir necesitamos ser capaces de ver el todo, eso es la rutina vista desde afuera; descubrir qué es lo más importante en tu proceso creativo, ese algo personal que te permite moverte en un estado creador.
Lo mejor será construir una rutina que te funcione, con disparadores que te motiven a iniciar tu producción: ejercicio, tomar un café, caminar, poner música, ensayar, sentarte en tu escritorio con lapiz y papel, abrir esa sesión guardada, barrer…
La rutina no está peleada con el arte porque ser rutinario puede implicar un compromiso con la creación, no con la oficina ni la monotonía. Lo que sucede en ese tiempo siempre es distinto y debes disfrutar iniciarlo. Verás que suceden cosas interesantes cada día.